lunes, 11 de abril de 2022

Search Me: Ali Reuben again.

 Volve Ali Reuben de novo:



La gente no analiza el nivel medio de una Liga para decidir si la ve, salvo que ese nivel sea absurdamente superior al de las demás. Cosa que sí pasaba en España hace años. La gente quiere divertirse y no somos divertidos. Eso sumado al nivel de los grandes genera desafección.

El discurso del true fan que vive por su equipo y quiere ganar a toda costa es bien, nada que objetar. Pero luego está la atracción que generas a los que sostienen el negocio, y esta Liga no va a tener gran valor fuera de nuestro entorno. Es así.

Y la igualdad en EU es tal que de poder haber caído ante el PSG claramente pasamos a, quizá, llegar sobrados y sin sufrir a semis. Por eso es bueno tener una línea coherente de pensamiento. Así ni eres catastrofista cuando caes ni das lecciones de no sé qué cuando ganas.

Dicho eso, repito, vivirlo puramente como aficionado y bancar siempre a tu club está bien. Lo que pasa es que a veces en TW se mezcla una visión más profunda o analítica con una que concibe esto desde su amor por un club. Y da pie a debates absurdos.

En EEUU entendieron hace años que a la larga el aficionado y el espectador prefieren ver a su equipo perder 3-4 que empatar 0-0. Y orientaron sus modelos hacia ahí. Y no de forma sutil, con cambios de normas y lo que hiciese falta. Y les va de puta madre.

El fútbol necesita la Súperliga porque es la manera de huir hacia adelante sin acometer los cambios que hay que afrontar. Modelos de juego, arbitraje, pérdidas de tiempo, inversión en infraestructuras... La liga podría ser un gran espectáculo pero no les apetece currar.

La realidad es que si vives del resultado y lo antepones a todo lo que vas a generar son aficionados que celebran boxscores y te sigan a través de resúmenes de tres minutos. Y eso sí será la muerte del fútbol como deporte rey.

Una cosa que me asombra del fútbol es que ningún club se plantea que igual un verano en lugar de gastar 20 palos en un jugador, se los tiene que gastar en cuidar a su afición. En mejoras cortoplacistas para su estadio, premiar la fidelidad, hacer sentir bien y querida a su gente.

Y eso es porque dirigentes y currantes asentados del fútbol todavía siguen pensando que bancar a tu equipo es casi una obligación religiosa. Y que siempre van a estar dispuestos a sacrificarse por ellos. Vaya hostia se van a dar algunos.

Ali e o seu madridismo.

Ali ou Reuben.

Superpifia . 

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